Uber Cuba 0037

Esto va a parecer un ejercicio estéril de estupidez. Y, en más de un sentido, lo es. Por eso mismo vale la pena hacerlo. Porque los estúpidos son los que saben querer. Porque la esterilidad es la esperanza del mundo.

Iba yo montado en un taxi Uber, como siempre. Esta vez desde Boston hasta el pueblito donde vive Paul Hollander, un ex exiliado húngaro, autor de Political Pilgrims. Era un Uber muy largo, por cierto, larguísimo, de los que en Cuba llamaríamos “interprovincial”. Más de cien millas, con tarifa fija, pero así y todo una tajada carísima.

Yo había ido a Harvard University a una conferencia de tema cubano. Es decir, a una caricatura académica, que incluyó un concierto por azar del trompetista Arturo Sandoval en el cabaret de nuestro hotel. ¡Venir tan lejos desde Cuba para seguir escuchando los chistes de Carlos Otero en la TV y la trompeta en vivo de Arturo Sandoval!

El chofer del Uber era un blanquito millennial. Me dijo que quería ser escritor. Técnicamente, me dijo que necesitaba ser escritor. Se llamaba Oliver Barrett VI, y alegó ser pariente cercano del músico, poeta y loco de Pink Floyd, Syd Barrett, muerto de cirrosis pancreática en el verano del 2006 (también en Cambridge, por cierto, pero no en Massachussets sino en Inglaterra).

Oliver Barrett VI me preguntó si podía ir grabando sus ideas para escribir según manejaba. Así no se les olvidaban. Tenía mala memoria, como toda su generación. Vivían una vida de interfase gráfica, en 2-D, bits a bits, virtual. Oliver Barrett VI decía sus ocurrencias en voz alta y con el iPhone mismo de su Uber las iba grabando, para después, acaso en sus noches de insomnio y ácido, realmente redactarlas en algún cuento, poema, crónica post-sicodélica, carta de amor o carta de suicida o ambas.


Uber Cuba 0036. Una columna de Orlando Luis Pardo Lazo

Uber Cuba 0036

El chofer era un singao seguroso, uno de esos hijos de pincho que se van a Hialeah a hacerse los exiliados de última generación


Le dije que sí. Vale, blanquito. Métele mano. Y en secreto yo también activé la aplicación Titanium de mi smartphone, un miserable Samsung Galaxy S3.

No voy a hacer ningún esfuerzo por traducir las frases que más me gustaron. Simplemente las transcribo ahora aquí sin copyright ni copyleft ni un carajo. Tal cual. Y punto. Al cubano que en inglés no lea, se le debería azotar por cobarde.

Most American white men are trained to be fags.

The long abiding characterization of the Western artist as usually “queer” does not seem out of place.

Do you understand the softness of the white man, the weakness, and again the estrangement from reality?

The goal of white society is luxury.

Black creation terrifies the white man, because it is strong, ubiquitous.

The liberal white man has always promised the de-testicled black some progress to manhood.

The black man is covered with sex smell, gesture, aura, because, for one reason, the white man has tried to keep the black man hidden the whole time he has been in America.

Trying to strangle a man with his own sex organs, his own manhood: that is what white America has always tried to do to the black man, make him swallow his manhood.

The white man is a primitive, and his sexual understanding is that of a primitive.

The white man is in love with the past, with dead things, and soon he will become one.

Y cositas así. Joyitas para Google Translate

Ojalá Roberto Zurbano y Víctor Fowler escribieran así. Ojalá a Alberto Abreu y al clan poético de los cimarrones cubanos les hubiera dado por atacar al hombre blanco de la Revolución. 

Pero, qué va. El Castrico interior de esa raza les ha desrizado la pasa y descojonado la prosa. Blanco es más que negro, más que mulato, más que hombre. Desde Walterio Carbonell y Nicolasito Guillén lo que tenemos son mascarillas funerarias de una negritud juangualbertogomezida, boberías Made in Melanina para viajar al extranjero y congraciarse con los nuevos LeRoi Jones del siglo XXI. 

Entre otras cositas así. Blanconerías baratas. Joyitas de esclavo insular que mama del mismo marxismo que su mayoral. El sueño del Sur norteamericano hecho realidad en la retórica de los intelectuales subnegros de la Revolución Cubana.


Uber Cuba. Una columna de Orlando Luis Pardo Lazo.

Uber Cuba 0035

Los cubanos sin Cuba comprendemos que nadie nos lleva a ninguna parte.

Print Friendly, PDF & Email
3 Comentarios

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.