Los cubanos estamos todos un poco rotos. A algunos les da por la bebida, a otros por las teorías de la conspiración. Hay mucha gente mala que está haciendo daño. Mucho daño. Y eso deja heridas. Huellas. Secuelas.
Etiqueta: Seguridad del Estado
Interlocutor inválido
De todos los parapetos sintácticos usados para justificar el autoritarismo estatal y descartar de antemano cualquier posibilidad de intercambio entre el poder y los ciudadanos similar a lo sucedido el 27N, la idea del “interlocutor válido” es la jugada maestra de la política policial, o sea, de la Seguridad del Estado.
Nuestra propia ‘Operación Dignidad’
“Hoy, lo primero que me dijo el abogado fue: ‘¿Oíste el noticiero ayer?’. ‘No, para oír mentiras, no lo oí. ¿Por qué?’. ‘Porque dijeron que van a ser todos sancionados por sedición’”.
Ciberclaria compungida
Un buen día, no recuerda exactamente cómo, ya tenía tres perfiles de Facebook además del propio. Ya era una ciberclaria…, o más bien, tres ciberclarias a la vez.
Del mayor poeta al ministro sin poesía
Alpidio Alonso hizo un performance que no pasó a la historia del arte, sino a la historia de la infamia.
El caso Daniel Joel Cárdenas: “Esto no lo pusieron en la televisión”
La Fiscalía Militar pidió para Daniel Joel 15 años de privación de libertad por los delitos de sabotaje, desórdenes públicos y propagación de epidemias.
Mary Esther o el miedo del poder a las mariposas
De gusanos a mariposas es el pensamiento liberador y sin complejos que han asumido los que disienten con el poder en Cuba.
Una familia consagrada a la libertad
Armando Abascal: “Yo no podía pensar que en 2021 podían existir lugares tan macabros, tan dantescos. Es una celda plenamente tapiada. Antes del triunfo de la Revolución no existían prisiones de este tipo”.
Caso Hamlet Lavastida (VI)
La Seguridad del Estado cambia la acusación a Hamlet Lavastida, de «instigación a delinquir» a «incitación a la rebelión». Argumentos: algunos posts publicados en redes sociales durante el acuartelamiento de San Isidro.
Envidiar a Padura: un alejamiento
Padura dosifica la denuncia en sus libros, no solamente para verlos publicados en Cuba, sino para garantizarse la adhesión de unos lectores extranjeros a los que les disgustaría que su denuncia fuera a más. De hacerse incisivo, Pablo Iglesias y Lula da Silva dejarían de leerlo.