El 27E y dos ciudades contrapuestas

La Habana, 27 de enero de 2021: El horror.

Cienfuegos, 27 de enero de 2021: La calma.

La Habana, 27 de enero de 2021: El bullicio. La vida que emerge.


Dos meses han pasado desde el 27 de noviembre. El recuerdo de cientos de jóvenes, artistas e intelectuales frente a las puertas del Ministerio de Cultura (Mincult) aún es nítido. La huelga de hambre dentro de las paredes de la casa 955 en la calle Damas, Habana Vieja, todavía late. El desalojo de los huelguistas por designio dictatorial y el bloqueo a las redes de todo un país también integran esa Cuba actual y en reconstrucción, replicada en el ciberespacio y los medios alternativos, pero distante y silenciada en las páginas de los libros de historia y de la prensa estatal.

Cienfuegos, 27 de enero de 2021: El estatismo. Las luces que entran por la ventana. Las ciudades tienen el poder de imbuirte de su esencia. Las ciudades dormidas, adormecen. Más de 200 kilómetros dividen dos puertos y ese color avivado de la razón que despierta en la capital va despigmentándose hasta desaparecer en las aguas serenas de una bahía en el centro de la Isla. La vida en Cienfuegos no se percata de que algo bulle a lo lejos.

La Habana, 27 de enero de 2021: Artistas y periodistas detenidos y sitiados. Una reunión que no sucedió entre Camila Lobón, Solveig Font y Yunior García con el viceministro de Cultura Fernando Rojas. 

Fuera del Mincult reinó primero la poesía.

Los plantados allí exigieron libertad para la poeta Katherine Bisquet, la artivista Tania Bruguera y la periodista Camila Acosta.

El ministro de Cultura Alpidio Alonso asestaría un manotazo al periodista Mauricio Mendoza para arrebatarle el teléfono con el que grababa la escena.

Comenzaría la violencia policial contra el arte.

Golpes, técnicas de inmovilización contra civiles indefensos, rostros hinchados, ropas desgarradas, dedos partidos, teléfonos arrebatados.

Un ómnibus como prisión primigenia y lugar de castigo. Gritos, dolor, represión.

Cienfuegos: 27 de enero de 2021: Datos móviles en off. Si Internet cae, caemos. La única preocupación en tierras de quietud parece ser esa. Alguien preguntará si se calentó La Habana. Ante las llamadas tendré que explicar que sí, que algo pasó: en La Habana la policía ha agredido a un grupo de artistas y periodistas. Se desconoce su paradero.

Vestirme. Correr a la calle. Probar a llamar al extranjero, las líneas caídas. La Wi-Fi de los parques también está deshabilitada.

Un país mudo.

La Habana, 30 de enero de 2021: Ciudadanos cubanos lanzan una petición para la renuncia del ministro de Cultura y condenan las manifestaciones de violencia ejercidas desde las instituciones estatales. La petición casi alcanza las 15 000 firmas, Alpidio continúa como ministro. El poder padece de una sordera prepotente.

San José de las Lajas, 11 de julio de 2021: Cubanos toman las calles y piden libertad. Las redes se inundan de ese despertar y el contagio es inminente.

Palma Soriano, La Habana, Cienfuegos, Pinar del Río, Guantánamo…: Más de 60 comunidades cubanas despiertan del letargo. Los países en erupción tienen el poder de quemar todo a su paso. Las ciudades no duermen.

El horror también despierta. Pero los silenciados ya no retornarán del grito.


* Este texto forma parte del dosier ‘La revolución de los derechos’, el cual da título a la plataforma de igual nombre. ‘La revolución de los derechos’ es una iniciativa de Article 19 e Hypermedia Magazine.


© Imagen de portada: Mary Esther, para el dosier ‘La revolución de los derechos’.




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Anamely Ramos

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