Leonardo Padura, ente de ficción

Ya lo sé, me lo han dicho desde que empecé a estudiar literatura, los personajes de novela no se pueden confundir con gente de carne y hueso. Son nebulosas de palabras, copias sin original, efectos de texto. 

No obstante, tras escuchar las recientes “intervenciones” de Leonardo Padura se me ocurre que Mario Conde es más real que su autor. Al menos dice lo que piensa. Porque con Padura nunca se sabe. Dice una cosa en una librería de Coral Gables y otra en una entrevista con Pablo Iglesias. Y, desde luego, otras cosas más en privado. 

Me recuerda a esos personajes de las series de Netflix que cambian de papel según las exigencias de la trama. 

La meta no es aclarar, explicarse, sino dejar en pie todas las opciones: revolucionario, disidente, gusano, capitalista, socialista, escéptico, convencido, indiferente. 

No cerrar puertas, ni en Cuba ni fuera de Cuba. 

No, Leonardo Padura no existe. Es una sombra proyectada sobre la pantalla de la conveniencia. 

Alguien habla (demasiado), alguien escribe y publica (demasiado), alguien da conferencias y entrevistas (demasiadas), pero nadie sabe quién es, tal vez ni siquiera él mismo. 

Habrá que preguntarle al Conde. 

Print Friendly, PDF & Email
8 Comentarios
  1. Magnífica descripción. Pero Padura no es el único que está en esta circunstancia. Habría que psicoliteralizar a muchos escritores por acá en la isla.

  2. Bueno menos mal que no le han dicho desde acá, a Vargas Llosa cuando todos sus personajes, la mayoría de sus mejores novelas son de izquierdas, ja, ja, ja. Al menos no dijeron que no era mala persona Padura, Qué tiene qué ver la central con el chevrolet, y por cierto, cuánto cobró este jovencito por este articulito, cuánto.

  3. los nimios escándalos de una perreta cubana…
    Padura dura y dura y sigue durando…
    pastilla de jabón eterna para lavar los taparrabos
    de crispados y castrados

  4. Asi y todo, El Hombre que Amaba a los Perros es el mejor y mas contundente ataque a el sistema comunista, destruyendo los mitos del hombre nuevo y sociedad justa. Y eso esta ahi a la vista de todos los que lean la novela de Padura.

  5. Un novelista es lo que novela, no lo que opina ex cátedra (fuera de sus novelas). ¿Cómo penetrar la realidad, sin máscaras? ¿Cómo construir un personaje creíble, si no te acercas a sus inspiradores de carne y hueso, como un mosquita muerta, para no ahuyentarlos con un rosario de principios morales? Estoy de acuerdo con catalogarlo una sombra de la conveniencia, pero, no de la conveniencia política, sino de la conveniencia literaria.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.