Filosofía de la curiosidad

La obra filosófica de Jorge Mañach tuvo su mejor momento entre mediados de los 40 y principios de los 50, cuando su permanente intervención en la vida pública de la isla, tan intensa durante las revoluciones de los 30 y los 50, fue menos protagónica. En esos años el pensamiento de Mañach se acercó más propiamente a una articulación filosófica profesional, sin una apuesta sistemática que, como veremos, era una renuncia básica de su proyecto de saber.

Cenizas del archivo

Ni la revuelta plástica de los 80 ni el ensayismo intelectual de los 90, con su civismo postmoderno o sus eruditas arqueologías, llevaron la crítica del poder en Cuba al grado de refutación que se observa o se lee en algunos de los más jóvenes escritores y artistas de la isla.