#tallercomplementario con Amalia del Carmen Echemendía Fernández

Presentación 7/12 del #tallercomplementario con estudiantes de arte: un ejercicio tipo encuesta sobre algunas aristas de la trama formativa. Esta vez he seleccionado a Amalia del Carmen Echemendía Fernández.

La enseñanza artística promueve el canje de ideas como lógica de asesoramiento. ¿Qué hay con someter a crítica tus propuestas?

Creo que la crítica es imprescindible para el creador. Una buena idea no existe sin que en algún momento posterior a su nacimiento sea sometida a crítica, ya sea en una dinámica propiciada por una institución de enseñanza artística, o en una conversación espontánea, o por nosotros mismos, que obramos como juez y parte. Cada crítica tiene sus ventajas y potencialidades.

En lo personal, le presto especial atención a la crítica que me hacen mis socios, desplegada en un lenguaje coloquial y sin dobleces. Ellos, libres del compromiso de ejercer el magisterio, de sitiar su criterio en la inevitable atalaya de la docencia, pueden atreverse a decir: eso es lo que pienso ahora, más tarde no sé. Además, es natural que exista mejor comunicación entre contemporáneos, pues el lenguaje es afín.

También creo que las instituciones de enseñanza artística deberían considerar plantearse las críticas de forma estratégica y no programática. Es decir, con la suficiente capacidad para reaccionar y actualizarse a tiempo ante el temperamento que trae consigo cada nueva generación. Y si no disponen de las herramientas para potenciarlo, al menos deberían evitar a toda costa sofocarlo con encorsetados pragmatismos, y trazarse una estrategia para la situación inesperada que representa un artista joven.

Por último, el acto de creación requiere, además de la necesidad genuina e impostergable de concretarlo, la intensa reflexión en solitario sobre cada elemento elegido para conformar la obra. La crítica que se hace sobre el trabajo propio es, por supuesto, la concluyente.


Amalia del  Carmen  Echemendía  Fernández, Mal de Mesías, 2020.

Amalia del Carmen Echemendía Fernández, Mal de Mesías, 2020.


Se especula sobre mayor vulnerabilidad del alumnado al plagio. ¿Es algo que tengas en cuenta?

Para la creación simbólica es ineludible la resignificación; ese prefijo indica que siempre habrá un precedente, provenga o no del arte, que será objeto del nuevo amasijo que es la obra. Esta condición puede ser asumida con toda intención por el creador como un recurso, y aparecer como apropiación, cita, pastiche o parodia. Distinguir el plagio de alguno de estos recursos puede ser engorroso, pero en ocasiones ocurre un calco fiel de ideas inéditas que es imposible nombrar de otro modo.

Se me ha advertido sobre el peligro de comentar mis ideas, tanto por realizar como ya terminadas y expuestas. Si uno está dispuesto a someter su trabajo a la crítica, y lo hace, corre el riesgo de ser plagiado, tanto dentro como fuera de una academia. Aunque sea consciente de esto, hasta el momento no me he cohibido de comentar un trabajo con quien yo considere.

Para mi proceso, no consideraría el plagio como modus operandi; al menos no de forma consciente, ya que se puede plagiar un trabajo del que se ignora su existencia, como también se ha visto surgir, en un mismo marco temporal, piezas casi idénticas. Y esto es muy frecuente hoy, debido a la producción abrumadora de obras: todos los días se crean y difunden nuevas imágenes; por lo tanto, la posibilidad de repetir una idea es mayor de lo estimable. Resulta imposible, utópico, estar al corriente de todas; aunque considero que es responsabilidad del creador intentarlo. En ese sentido, las críticas pueden resultar muy beneficiosas, pues ayudan a despejar esas dudas: siempre alguien puede salir al paso con la información que nos faltó.

En este espacio también tiene lugar un fenómeno interesante: la emulación de las ideas del otro por el constante roce. Entre tanto intercambio, entre tanto buscar y reconocer influencias, ocurren apropiaciones inconscientes y un tanto difíciles de demostrar, pero perceptibles.

¿Hasta qué punto se puede decir, en tono categórico, que la idea es por completo de uno? No es tarea fácil reconocer el entramado de referentes que tejen la idea propia.



Amalia del Carmen Echemendía Fernández (La Habana, 2000).


¿Te interesa comentar algún proyecto de obra, o exposición? ¿Dónde te gustaría mostrarlo? ¿Qué repercusión esperas?

Aunque el contexto actual se ha tornado complejo para exponer, me he involucrado en algunos proyectos que han logrado sortear, desde plataformas virtuales, las dificultades existentes para organizar y exhibir el trabajo.

Artg.ohome, el primer proyecto en el que me impliqué una vez comenzó la cuarentena, arrancó el 27 de marzo de 2020 y se visibiliza en una cuenta de Instagram con el mismo nombre, a través de la cual un grupo de artistas jóvenes de diferentes nacionalidades (Cuba, México, Alemania e Italia) accedemos y compartimos el proceso de realización de una obra, o la documentación de una obra de carácter procesual.

En esta cuenta he mostrado el desarrollo de Que tú escapes,una pieza que parte de la pintura, pero que culmina en una instalación. Planeo presentarla, una vez concluida, en la muestra colectiva SATS, junto a otros estudiantes del ISA y graduados de San Alejandro. Esta es una exposición concebida para la Galería-Taller Gorría, una vez la situación mejore y las galerías reabran, aunque no descartamos la posibilidad de hacerla en otros espacios. En este caso, la selección de las obras viene de cada artista; cada quien apuesta por obras determinadas de su propia producción, suponiendo que se trata de su as bajo la manga.

La otra exposición para la que me encuentro trabajando es Silent Specific: una iniciativa curada por René Francisco y Dayneris Brito que consiste en una serie de intervenciones virtuales en espacios públicos. Mal de Mesías, en coautoría con Albert Ortiz, es la pieza con que participo. Se trata de un video que muestra un texto, una declaración breve, reproducido en una serie de pantallas emplazadas en sitios concurridos de La Habana. Ante un público así de mayúsculo, es difícil andarse con rodeos. Nos pone de los nervios pensar en la pasmosa oportunidad de hablar y ser escuchados. Pero no se busca convencer o infundir sospechas; en todo caso, se rechaza la idea del alegato. Preferimos, para la ocasión, palabras más breves, como las de un obituario.

Con anterioridad a la propagación de la pandemia en el país, me encontraba tramando una exposición en la Casa-Museo Lezama Lima, junto a Albert Ortiz, Alejandro Munilla y Deylis Rodríguez, pero se ha visto aplazada debido a la actual situación. En cuanto podamos reunirnos, retomaremos el trabajo. Habremos de negociar con las entidades representantes del museo, pues queremos intervenir todo el espacio, y eso es algo que hay que manejar con suma precisión teniendo en cuenta el valor de los objetos que allí se encuentran.

Ya veremos qué sucede.




Lauren Mederos Díaz

#tallercomplementario con Lauren Mederos Díaz

Evelynn Alvarez

“El plagio, en el sentido estricto del término, es un tema polémico. En nuestros días la originalidad es casi utópica, tomando en cuenta que se contempla desde el apropiacionismo para crear una obra derivada, hasta la acción del plagio consciente que se convierte en la propia obra. Los límites son volubles y la percepción es relativa”.


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